Quantcast
Channel: Letras con la sopa
Viewing all 38 articles
Browse latest View live

Lo que creí que Frankie iba a ser vs. Lo que resultó ser.

$
0
0
Hay libros de los que no sé absolutamente nada antes de empezarlos. "Frankenstein" era uno de ellos a pesar de que yo creía lo contrario. Con la poca información que había retenido de oídas y algún comentario de aquí y otro de allá, mi imaginación se me desmelenó y se montó una película de cuidado sobre la historia. Advertencia: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

1. Creí que el libro iba a ser de terror terrorífico como si un todavía inexistente Stephen King hubiera poseído a Mary Shelley para escribir una de esas historias que te obligan a taparte con las sábanas como mecanismo de defensa ante cualquier posible ataque de los monstruos que habitan debajo de la cama.


2. Estaría protagonizado por un científico loco de atar que decide crearse a alguien a la carta porque se siente solo, o tiene alguna patología psicológica o sufre mal de amores o yo que sé.


3. El monstruo iba a estar formado por restos de seres humanos a los que había matado (el científico o sus esbirros) previamente para llevar a cabo su maléfico plan (ahí estaba parte del terror terrorífico que me esperaba). Habría una descarga eléctrica, el monstruo se despiertaría, el científico soltaría la mítica frase de "It's alive" y lo bautizaría como Frankenstein.


5. El monstruo sería tonto de remate y hablaría al estilo "Yo Tarzán. Tú Jane".


5. La trama se basaría en un monstruo fuera de control porque no entiende que la regla básica de toda sociedad que se precie es "hakuna matata, vive y deja vivir", entonces todo sería violencia y asesinatos, y una ciudad atemorizada.



Pues NO.

Sí hay un científico, pero es más racional de lo que me esperaba. Sí hay un monstruo, pero no hubo que matar a nadie para construirlo porque ya todos habían estirado la pata previamente. Tampoco es tonto, al contrario, es de lo más culto y refinado, sólo le falta saber tocar el piano para ser todo un partidazo. Hay asesinatos, pero no tienen nada que ver con incontrolables tendencias criminales. Y Frankenstein, Víctor Frankenstein, es el científico, no el monstruo. ¿Quién se veía eso venir? Porque yo no.

El libro poco tiene que ver con lo que me imaginaba como todos habéis podido comprobar. Frankie, una persona tremendamente soberbia e inicialmente bastante estable, con la sola intención de que toda la comunidad científica y toda la sociedad le besen el culo, juega a ser Dios y decide crear un nuevo tipo de ser vivo. Y eso, queridos amigos, está mal. Muy mal. El resultado es el mismo que cuando yo me pongo a hacer un DIY, monstruoso, y en nada se parece a lo que tenía en mente. Y como ojos que no ven, corazón que no siente, deja que su creación se escape y la pierde de vista. Aquí paz y después gloria. Pero lo que Frankie no sabe es que su existencia y la del monstruo están interconectadas y pronto tendrá que hacer frente a las consecuencias de sus actos.

"Frankenstein" es uno de esos libros cortitos pero con más fondo que el bolso de Mary Poppins. Y no un clásico así a secas, sino que un CLÁSICO, en mayúsculas, que poco tiene que ver con lo que la imagen que la cultura popular ha creado. Una historia claramente romántica donde se cuestiona la validez de la ciencia y su relación con la moral y la ética. Tan llena de grises que resulta imposible encontrar un blanco o un negro absoluto en cuanto a Víctor y al monstruo. ¿Quién es la víctima y quién es el culpable? Digan lo que digan, yo soy y siempre seré Team Monstruo.


Hazte con un ejemplar:


¿Lo habéis leído? Y sino, ¿a qué estáis esperando?


"Orange is the new black" de Piper Kerman. Que le regale un jamón a Jenji Kohan por el favorazo que le hizo la serie.

$
0
0
"Every human being makes mistakes and does things they're not proud of. They can be everyday, or they can be catastrophic. And the unfortunate truth of being human is that we all have moments of indifference to other people's suffering. To me, that's the central thing that allows crime happen: indifference to other people's suffering. If you're stealing from someone, if you're hurting them physically, if you're selling them a product that you know will hurt them - the thing that allows a person to do that is that they somehow convince themselves that that's no relevant to them. We all do things that we're not proud of, even though they might not have as terrible consequences."
Trataré de dejar aparte mi lado más fangirl y mi obsesión con esta serie y escribir esta entrada siendo lo más adulta y seria que pueda...

¡ALEX VAUSE, TE ADORO CON TODA MI ALMA! ¡TIRARÍA MI TARTA POR TI!


Vale, bien. Ahora que dejé eso claro, puedo empezar.

Parece ser una norma no escrita que primero uno se lee el libro y luego se ve la película/serie. Por una vez en mi vida pensaba hacer las cosas del derecho como las personas normales. Pero, como ser normal está sobrevaloradísimo y descubrí que la serie era de Jenji Kohan (Weeds, ¿alguien? ¿no? Pues vosotros os lo perdéis), me entró la necesidad de ponerme con ella inmediatamente. Siendo de esa mujer no podía estar mal, pensé. Que no podía estar mal. Ja. Me entra la risa tonta sólo de pensar en eso ahora. Me parto, me mondo, y me corto en rebanadas. ¿Cómo podía ser tan inocente?

ES LA CAÑA DE ESPAÑA.


Con un par de capítulos ya se colocó entre mis series favoritas y, como buena fangirl que soy, leerse el libro se volvió en una necesidad fisiológica. Tenía que echarle el guante a una copia... y con presteza.

Así lo hice. Y... menuda decepción.


Vamos por partes. Para los que no estéis familiarizados con la trama de "Orange is the new black", todo empieza cuando Piper, una rubia mona de clase media-alta, tiene que ingresar en chirona porque durante los confusos años post-universitarios (una época oscura para todos por no saber lo que hacer con tu vida), se lía con una traficante de drogas, Nora en el libro, Alex en la serie. Hace un trabajillo ilegal para ella y le caen 14 meses. A partir de ahí comienza la narracion de sus experiencias en la cárcel.

Me va el rollo presidiario. Todo lo relacionado con el escabroso mundo del crimen y los delincuentes, tanto en libertad como en el trullo, me gusta. Pero el libro me pareció muy meh. Tiene sus momentos interesantes y tal... pero son escasos y, como muchos ya los había visto en la serie y el libro no me pareció que me aportase mucho más a mayores, pues doble meh.

Como es una memoria no esperaba cliffhangers, ni suspense, ni ese punto de comedia dramática tan propio de Kohan, pero sí un poco de chicha. Y nada. Kerman se limita a narrar sus experiencias en la cárcel, el despropósito que es el sistema penitenciario y la relación con sus compañeras, sin mucha gracia ni personalidad. No se observa ninguna evolución en nadie, ni siquiera en Piper. A pesar de que insiste en que no quiere desperdiciar el tiempo pasado en la cárcel, entra y sale de allí de la misma manera.
Se echa de menos algún problema o conflicto al que tenga que enfrentarse y resolver, algo más que el de la rubia mona y de familia bien que terminar entre rejas con gente de todas los colores y condiciones sociales. No hay ritmo alguno y, los personajes son tantos, que se vuelven confusos por su falta de desarrollo y lo poco que sabemos de ellos.
Ciertos pasajes resultan interesantes por eso de decir, "caray, no tenía ni idea que el sistema presidiario funcionaba así", pero llega un punto en el que todo se alarga demasiado y se vuelve pesado. 


Reconozco haber cogido el libro esperando encontrar algo parecido a lo que me ofrecía la serie y, por tanto, la decepción fue mayor todavía. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso, no pude evitarlo. Así que, aviso a navegantes: Os vais a quedar con las ganas si alguien va como yo esperando revivir un the best of Vauseman (Ya sabéis, la mezcla de Alex Vause y Piper Chapman, ¿lo pilláis? ¿Eh? ¿No? ¿Como Brangelina?)


En fin, da igual. Pues eso. Que mis necesidades presidiarias están más que cubiertas con la serie y Piper Kerman ya puede regalarle un buen jamón a Jenji Kohan por los suculentos cheques que le deben de estar llegando por seguir manteniendo su memoria entre las más vendidas.
"We have a racially based justice system that overpunishes, fails to rehabilitate, and doesn't make us safer."

Gif totalmente gratuito que no podía no meter en la entrada. Son puro amor.

Hazte con un ejemplar:

Porque no sólo de ficción se vive, recomendaciones de no ficción de mí para vosotros con amor.

$
0
0

 “Introverts, in contrast, may have strong social skills and enjoy parties and business meetings, but after a while wish they were home in their pajamas. They prefer to devote their social energies to close friends, colleagues, and family. They listen more than they talk, think before they speak, and often feel as if they express themselves better in writing than in conversation. They tend to dislike conflict. Many have a horror of small talk, but enjoy deep discussions.”
 
Leí "Quiet" hace ya medio año. Siempre quise hablar de él pero no sabía cómo. Fue una lectura reveladora que me ayudó a comprender un poco más cómo funcionamos los introvertidos. Pensé en hacer una reseña pero ¿pa' qué meterme en semejante engorro cuando sólo quería decir una cosa? LEEDLO. ¿Sois introvertidos? LEEDLO. ¿No lo sois pero conocéis a alguien que lo sea? LEEDLO. ¿No lo sois ni conocéis a nadie que lo sea? LEEDLO.


"I openly embrace the label of bad feminism. I do so because I am flawed and human. I am terribly well versed in feminist history. I am not as well read in key feminist text as I would like to be. I have certain... interests and personality traits and opinions that may not fall in line with mainstream feminism, but I am still a feminist. I cannot tell you how freeing it has been to accept this to myself."
De todas las novedades del año, "Bad Feminist" es mi favorita. Y dudo mucho que alguna otra consigan desbancarla a tres meses de nochevieja.
Una mezcla de cultura pop, artículos de opinión y un batiburrillo de temas raciales, feministas y de actualidad imposibles de clasficar que van desde como parecen valorarse de diferente manera los libros escritos por las mujeres, a una crítica a Girls por su falta de diversidad, la falta de realismo de Criadas y señoras, opiniones sobre la letra de Blurred lines o sobre cómo Twitter nos ayuda a ver más allá de nuestras narices. Conclusión: Si mi poder adquisitivo me lo permitiera, me compraría todos los ejemplares para asegurarme que todo el mundo lo lee.Imprescindible.

 

“Today we have something that works in the same way, but for everyday people: the Internet, which encourages public thinking and resolves multiples on a much larger scale and at a pace more dementedly rapid. It’s now the world’s most powerful engine for putting heads together. Failed networks kill ideas, but successful ones trigger them.”

¿Nos ha vuelto más estúpidos internet, somos más inteligentes o seguimos igual? Pues como si fuera gallego, Clive Thompson dice que depende, que todo va en función de cómo lo utilicemos. En "Smarter Than You Think" analiza lo que supuso internet para nuestras vidas, cómo cambió la forma de comunicarnos e interactuar con las redes sociales, las infinitas posibilidades que nos ofrece para expresarnos y ser creativos, la enorme pérdida de tiempo que puede suponer y, entre otras cosas, se pregunta si seguirá siendo necesario y útil memorizar datos si con un solo click el sabelotodo google nos los chiva.

Fases post-terminación de un libro.

$
0
0
1. Terminas el libro.




2. Shock. Estás sin palabras.


3. El momento de vacío existencial begins. ¿Y ahora que hago yo con mi vida? 



3. Negación. Esto no puede estar pasando. NO PUEDE ESTAR PASANDO HE DICHO. Oh, mundo cruel.



4. O quizás sí. Comienza la fase de duelo. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?


5. *Alza el puño en alto* Pongo a Dios por testigo que nunca jamás volvere a leer algo.



6. Días después. Mmm... Ese libro parece interesante, pero no puedo. ¡Debo ser fuerte y mantenerme alejada de ellos! Maldito invento del diablo destrozavidas...



7. Bah, por leer unas páginas, ¿qué puede pasar?



 8. Enjuagar. Aclarar. Repetir.  


¿Truco o trato?

$
0
0
¿Truco? ¿En serio? ¿Nadie me va a ofrecer unos míseros caramelos? Seréis cutres... Bueno, pues vosotros os lo habéis buscado. No digáis que no os lo he advertido. Antes que esto, desearéis que Stephen King os cuente una historia antes de ir a dormir.

La noche del 31, os cogéis uno de estos libros y lo leeis. Miedito no, lo siguiente vais a pasar.



"Las olas" de Virginia Wolf. Vir, hay confianza, somos coleguillas, es mi escritora favorita. Me lo he leído todo de ella menos este. ¿Y por qué? Pues se mezcla la unanimidad del pueblo sobre que es un libro difícil de cojones con que cuando termine con él ya no me quedará nada más por leer de ella jamás de los jamases, y eso es terrorífico. #DilemasDeFangirl

"Ulises" de James Joyce. A este no me acerco ni loca. Antes me ofrezco voluntaria para Los juegos del hambre. Tengo más posibilidades de salir con vida. #MayTheOddsBeInYourFavor

"La subasta del lote 49" de Thomas Pynchon. Con Pynchon sabes donde empiezas pero no donde terminas y lo desconocido me da cague. Unid los puntos. #IntoTheWild

"El ruido y la furia" de Faulkner. Faulkner. Faulk-ner. /ˈfɔːlknɚ/. Es pronunciar ese nombre y estremecerme en cero coma pensando en las penurias de la familia Compson y en que si lo empiezo no veré la luz al final del tunel de lo duro que es. #EnMiCasaLosFantasmasNoDicenBuDicenFaulkner

"Los Miserables" de Víctor Hugo. En un mundo ideal habría empezado este libro y lo habría terminado en vez de salir huyendo como una cobardica. Desde ese momento, Hugo se ríe de mí porque fui una floja y me atormenta cada noche. Lo mío con él ya se ha vuelto una cruzada personal Tarantiniana que me quita el sueño, porque, aunque sea lo último que haga, a Dios pongo por testigo que lo terminaré. Si eso. #IDreamedADream


¿Qué libros os dan miedito a vosotros?

"¡Melisande! ¿Qué son los sueños?" de Hillel Halkin. Ay, se me enamora el alma...

$
0
0
"Nosotros éramos jóvenes. La madurez era una estupidez con la que no queríamos tener nada que ver. Tardamos años en descubrir que lo que cada uno de nosotros había interpretado como una decisión personal nos pertenecía a todos."

Ay, ¿por done empezar?...

Empecemos por el principio, que siempre es un acierto.

Amor y amistad. "¡Melisande! ¿Qué son los sueños?", "Meli" para los amigos, empieza en los años 50 y termina en los 80. Desde NY a las islas griegas. Nos cuenta el viaje de Hoo y de Melisande y de Ricky desde su adolescencia hasta el ecuador de sus vidas. Tres adolescentes que descubren juntos como la amistad une y el amor termina separando, y todo lo que entre ellos era sincero e inocente, se va deteriorando por cosas que no siempre pueden controlar.

Es un libro de esos en lo que no todo está en lo qué cuenta, sino en cómo lo cuenta. Referencias literarias, pequeñas historias sobre tiempos lejanso, notas olvidadas en medio de lás páginas de un libro... Todas forman un pequeño collage que da forma a "Meli".
Con una prosa simple que usa frases cortas y entrecortadas, directas a veces, esquivas otras, siempre con cierto sonido poético, juega entre metáforas y significados ocultos.

 "En el fondo, no somos más que una secuencia continuada de impresiones de los sentidos, sentimientos e ideas. Si no los recordáramos, no tendríamos sentido de la identidad. Es la memoria la que le da a nuestra experiencia la ilusión de la continuidad que atribuimos a quien experimenta las cosas de forma independiente."

En manos de cualquier otro hubiera sido un libro pretencioso y pseudo-intelectualoide para modernillos hipsters, pero Halkin hace que todo resulte natural, y que suene especial cuando los personajes se enzarzan en diálogos profundos y se expresan contando historias o haciendo referencias a filósofos, grandes pensadores o autores clásicos. El encanto está ahí y en como hace que la historia avance. Sólo se fija en los momentos más relevantes que ayudan a construir la estructura, a la vez que en las pequeñas cosas que la hacen más acogedora y le da personalidad, y pasa por alto todo lo demás porque no importa.
Como suecede en la vida real, no te das cuenta de que el tiempo avanza para ellos también, y sólo cuando echas la vista atrás, y recuerdas las primeras páginas, te percatas de que cambiaron y ya no son los mismos que se conocieron en el instituto.

"A veces creo que he pasado de joven a viejo sin transición que valga." 

Hazte con un ejemplar:

Me hago viejuna. Me encuentro una cana. La gente me regala libros.

$
0
0
Me hago viejuna. Es una realidad que tengo que empezar a asumir... Diría la edad pero una señorita nunca revela tales datos, sólo mencionaré que ya estoy más cerca de los 30 que de los 20...


TRÁGICO, LO SÉ.

Traté de evitar que eso sucediera, pero nada. Ni con una orden de alejamiento consigo que el día de mi cumpleaños me deje en paz. Que no. Que no hay manera. Siempre termina por alcanzarme a finales de octubre y me hago un año más vieja en contra de mi voluntad. Qué pesao el jodío...


Es por eso que, para ayudarme a sobrellevar semejante bajón y el descubrimento de una cana en mi cabellera (SUPERDRAMA), me regalaron estos libritos y este estuche para poder petarlo a lo grande en la sala de estudio de la biblioteca.




A Bruce y a David no necesito presentarlos. El de "The Beauty Myth" es todo un clásico del feminismo de los 90 al que le tengo muchas ganas desde hace tiempo y el de "Ex Libris: Confessions of a Common Reader" me conquistó con su descripción de Goodreads. ¿Estáis preparados? Os lo advierto, es irresistible...
"Anne Fadiman is--by her own admission--the sort of person who learned about sex from her father's copy of Fanny Hill, whose husband buys her 19 pounds of dusty books for her birthday, and who once found herself poring over her roommate's 1974 Toyota Corolla manual because it was the only written material in the apartment that she had not read at least twice. This witty collection of essays recounts a lifelong love affair with books and language."
¿Y bien?


Ay, a partir de ahora empezaré a comportarme como una verdadera adulta...



Obvio que no. No sabría ni por donde empezar.

Ahora escucho libros and I love it.

$
0
0
Bendito sea el que ideó los audiolibros. No sé quien fue, pero sólo quiero decirle que se ha convertido en mi personas favorita.



Después de Bruce Springsteen. Y de Emma Stone. Bueno, después está Bowie, y Caitlin Moran... Y eso si contamos a los que están vivos, porque de entre los que ya estiraron la pata estaría Sylvia Plath, Virginia Woolf... Dejémoslo en que es una de las muchas personas favoritas que tengo, qué tampoco está mal, oye.

Los audiolibros son un invento que (re)descubrí hace poco (quién dice poco, dice hace cinco meses), y desde entonces estoy totally on fire con ellos.


Menudo vicio que tengo, porque además, me vienen de perlas en esos momentos en los que estoy a tope de cosas que hacer y no tengo ni tiempo para coger un libro, muchos menos abrirlo y leerlo. Así que, aprovecho al máximo cualquier huequecito donde la actividad de la lectura no es viable, como el momento de la compra en el Mercadona, mientras camino por la calle (no creáis que no lo intenté, pero la gente tiene la manía de quejarse cuando colisiono con ella. Son unos quisquillosos), para los que nos mareamos también son perfectos en los medios de transporte en movimiento, así como para esos domingos de resaca en los que parezco un extra de The Walking Dead tirada en la cama con unas funciones motoras que no responden, pero sobre todo, SOBRE TODO, mientras hago las tareas del hogar. No veiáis lo contenta que tengo a mi familia desde que los descubrí y no digo ni pío cuando me toca limpiar la casa. Se acabó pasar la aspiradora a lo Freddie Mercury en "I want to break free", esos son tiempos del pasados. Ahora escucho libros and I love it.


Su única parte negativa es que son más adictivos que el crack y si estoy escuchando uno y me pongo a limpiar, digamos la cocina, lo hago a fondo y con más eficiencia que el equipo del anuncio de KH7 aún cuando pedí una pizza y no manché más que un plato porque tengo que escuchar un capítulo más. Llego tarde a los sitios (más tarde de lo habitual) porque o cojo el camino más largo o ralentizo mi paso si mi sentido arácnido presiente que hay un cliffhanger coming. Imaginaros que se avecina el momento en el que Darcy le dice a Elizabeth eso de "Permítame que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo", qué haríais vosotros sino, ¿eh? Lo suponía. Incluso me llego a poner en plan lost in the supermarket con el carrito de la compra fingiendo que no encuentro lo que estoy buscando para poder escuchar un poquitito más.


No sé cómo tardé tanto en cogerles el gusto. Esta era como la segunda o tercera vez que los había probado pero nunca me habían entusiasmado demasiado. Al principio, los escuchaba antes de irme a dormir, y era coger una postura mínimamente cómoda y zzzzzzz... Adiós, muy buenas. Luego los probé mientras hacía ejercicio porque era el momento que todo el mundo recomendaba para escucharlos, pero a mí me cortaban el rollo y no era capaz de mantener el ritmo. Yo necesito música de dudosa calidad con letras que matan a un poeta y a un gatito cada vez que alguien las escucha para me motive a sudar la camiseta.

La que ha tenido la culpa de haberme enganchado es Tina Fey y su divertida memoria "Bossypants". Después fueron otros muchos cada uno de su padre y de su madre ("Elclub de lectura del final de tu vida", es de los que más me entusiasmaron), pero siempre vuelvo a Tina y al resto de su panda porque son con quien mejor me lo paso: Chelsea Handler, Ellen Degeneres, Amy Poehler y demás diosas de la comedia americanas. Sus audiolibros tienen el puntazo de estar narrados por ellas mismas y son los miticos que resultan tan graciosos que mejor que uno de sus chistes no te pille bebiendo algo porque corres el riesgo de que el líquido ingerido vuelva a salir por donde entró. Son hilarantes. Lo que conlleva a tener que luchar por reprimir mis emociones y reacciones ante sus anécdotas y chistes varios cuando estoy en un lugar público.



Pero mis buenas intenciones siempre duran poco y mi intento de mantener la compostura y de no asustar al personal duró poco y pasé a reirme sola en medio de la calle, poner cara de WTF en el autobús y poner al de enfrente en la duda de si es por él, y a hacer una variedad de gestos sólo admitidos en el ámbito social cuando no eres una persona muy equilibrada.


Bah. Me da igual porque  ¿y lo bien que me lo paso qué? A mí plín, yo duermo en Pikolín.


Si todavía no habéis probado los audilibros, ¿a qué esperáis?

"Matar a un ruiseñor"... YUMMMM!

$
0
0
¿Cómo hablar de "Matar a un ruiseñor"? NO TENGO PALABRAS. Lo que es cuanto menos raro. Muy raro. Pero es que...

La historia.



Los personajes



La narración.



Atticus Finch


Imposible no caer rendida ante la carisma y las virtudes de este personaje, sobre todo para alguien de leyes como yo.

Como véis, "Matar a un ruiseñor" es... FANTÁSTICO. FABULOSO. INCREÍBLE. BUENO HASTA CAER DE CULO. BUENO QUE TE CAGAS. BUENO BUENÍSIMO. EXCELENTE. IMPECABLE. ESTUPENDO. INMEJORABLE. INSUPERABLE. DABUTI. LA OSTIA. LA CAÑA.


Si no sabéis de que va todavía, salid de vuestra cueva que ya van siendo horas. Parece que la gente se queda con la historia del esclavo negro es acusado de violar a una joven blanca en el terriblemente racista sur de los USA en los años 20, pero eso no es todo, amigos. Hay más. Que sí. Que hay más. MUCHO MÁS. Lo verdaderamente importante es cómo una niña, Scout, hija de Atticus Finch, que apenas levanta un palmo del suelo se cuestiona con su inocencia e ingenuidad a toda la sociedad sureña americana, tan racista, homófoba y cerrada de mente, como peculiar e interesante. Scout for president!
   
No es un libro perfecto, pero es de esos que te llegan y consiguen que te olvides de sus fallos. Poco puedo decir más allá de que TENÉIS que leerlo. No es negociable. No me vengáis con un sí, puede que algún día lo coja o un lo tengo en mis estanterías, a ver si pronto me animo. NO. Lo leeis.  Sí o sí. Punto pelota.




P.D: Si podéis, leedlo en V.O. Hay demasiadas cosas que se quedan lost in translation, entre ellas el acento sureño, y'all!

"Carmilla", de chicas del s. XVIII a youtubers que twitean

$
0
0
Chicos, hoy la cosa va de webseries. Concretamente de "Carmilla".

¿Webseries? ¿Pero no he entrado en un blog de libros? ¿Estoy en el sitio correcto? Quizás me haya equivocado de salida. Os preguntaréis.




No, no. Estáis donde tenéis que estar.



Que webseries, ni que narices. Quiero libros. Diréis.



A ver, no os impacientéis. "Carmilla" está basada en "Carmilla".


"Carmilla", la webseries, está basada en "Carmilla", libro del siglo equis uve palito palito palito de Sheridan LeFanu donde aparece por primerísima vez el personaje de un vampiro en la literatura. Sin Carmilla no habría habido Drácula, ni Lestat, ni Spike, ni otros vampirecillos de poca monta que voy a abstenerme de nombrar pero que todos sabéis quienes son *guiñoguiño codazocodazo*.

La "Carmilla" del siglo XVIII es una historia de terror gótico. Todo comienza con el accidente de un carruaje donde viajan una mujer y su hija, Carmilla, en medio de la noche y con niebla, así para que de más cosa. El suceso es presenciado por la jovenzuela Laura y su padre, quien accede a cuidar de Carmilla hasta que se recupere del accidente mientras su madre atiende unos negocios fuera del pueblo (Regla nº1 del manual de la buena madre es ir dejando a los retoños con desconocidos).
Carmilla mantiene un comportamiento bastante inusual, pero eso no impide que Laura y ella pronto se convierten en BFF inseparables, aunque, de ser por Carmilla, que tiene un crush del quince con su nueva amiga, serían algo más. Desde la llegada de la nueva invitada, ciertos acontecimientos extraños y sin aparente explicación lógica comienza a suceder no sólo en el castillo, sino que también en los alrededores. Llamad a Buffy, esto se pone interesante.
"Las chicas son como capullos mientras viven en el mundo hasta que finalmente se convierten en mariposas cuando el verano llega. Mientras tanto, son larvas, no lo ves, cada una con sus propensiones, necesidades y estructuras peculiares."
Leerse el libro a día de hoy es conocer los distintos plot twists de la historia por lo mainstream que se han vuelto los vampiros y su falta de complejidad. Pero, remarco el pero, es un libro de no más de 100 páginas que se lee en un suspiro y en el que LeFanu, con una prosa muy de la época, se guarda un par de ases bajo la manga y que, si bien, no dejará a nadie ojiplático, resulta cuanto menos interesante e intrigante.

La webserie, por su parte, coge algunos de los elementos del original y, tomándose muchas licencias, lo reinventa y adapta a estos tiempos modernos. Le da el suspense que el libro perdió y genera de nuevo interés en un personaje del que yo no tenía ni pajolera idea de su existencia. Siempre fui por la vida creyendo que el Conde Drácula era el primero de la estirpe de los vampiros literarios. Qué escándalo. Menos mal que ya me han sacado de mi ignorancia...

Los personajes pasan de ser las damiselas recatadas que viven en un castillo y llevan vestidos y corsés para convertirse en universitarias en sus veinte que comparten habitación, twittean (podéis seguir a Laura y a Carmilla), beben en la taza de una TARDIS (este último dato es totalmente irrelevante pero TENÍA que decirlo) y son youtubers. Bueno, sólo una lo es.

En este caso todo se centra en la desaparición de estudiantes universitarias mientras están de farra living la vida loca. Una de ellas es la compañera de habitación de Laura, quien decide ponerse a investigar y narrarlo a modo de vlog mientras se acostumbra a la nueva compañera que le asignan, una chica un poco rarita llamada Carmilla.
"I've had 3 weeks of a journalism class and I've seen all of Veronica Mars. I'll find her myself."


            

Cuando veo a alguien con un libro...

$
0
0
1. Cuando mi sentido arácnido nota la presencia de un libro


2. Gotcha!

3. Me acerco a mi indefensa víctima...



4. La stalkeo un rato. Primero con disimulo a ver si consigo averiguar qué lee.



No siempre es fácil averiguar de qué libro se trata, por no mencionar de la difícil tarea que se nos presenta si el susodicho en cuestión opta por leer en formato electrónico. Pero no desesperemos aún. 


Tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas. TENGO QUE INTERACTUAR SOCIALMENTE. Lo sé. Será duro, pero lo conseguiré. ¡Jelou!



Y consigo que levante la cabeza del libro. Sí, sí. Te hablamos a tí. ¿Qué lees?


¡Tengo el título! Misión cumplida.



Dos opciones se abren ante mí:

  • Opción 1: ¿Me estás tomando el pelo?¿Estás leyendo... eso?


  • Opción 2: OHMYGODOHMYGODOHMYGODOHMYGOD. Esto ha sido un once in a lifetime. ¿Quieres desposarte conmigo?



Y vosotros, ¿qué hacéis cuando véis a alguien con un libro?

"Cometas en el cielo" de Khaled Hosseini. Tengo 99 problemas, pero que el prota sea insufrible no es uno de ellos.

$
0
0
(Por si a alguien se le ha escapado la referencia a Jay-Z)

Veamos... Desde hace un año, día arriba, día abajo, intento con todas mis fuerzas dejar mi snobismo a un lado pero me topo con un libro como este y, claro, recaigo. Y con fuerza. Y todos mis prejuicios sobre los best-sellers vuelven. Y yo no quiero... DE verdad de la buena, pero es que no puedo evitarlo. 


"Cometas en el cielo" cuenta la historia de Amir, quien vive su infancia en el Afganistán de antes de la guerra. Proviene de una familia acomodada y respetada, y habiendo perdido a su madre, vive con su padre, con su criado y con el hijo de éste, Hassan. Los dos son super mejores amigos un poco cuando a Amir le conviene y no hay nadie alrededor que lo juzgue por estar con alguien de inferior clase social. Un trágico suceso pone su amistad a prueba y, junto con un cúmulo de sucesos, eventos y acontecimientos que no pueden evitar, sus vidas cambian para siempre.

Que el prota sea egoísta, un cobardica e insufrible, pues más bien, como que me da igual. Puede gustarme la gente insufrible (Hola, Holden Caufield), pero sí que los tengo, y muchos, cuando el libro está mal escrito y, si aún por encima, la gente lo pone por las nubes, ya ni te cuento. Me enajeno.

"Cometas en el cielo" se publicó CASUALMENTE poco después de los atentados del 11 de septiembre y está pensado para que los americanos se sientan bien consigo mismos. Está repleto de condescendencia, los talibanes son villanos casi caricaturescos, los datos sobre Afganistán son de nivel Wikipedia y desprende un tufillo a manuscrito reescrito por editor que sabe dónde meter y quitar palabras para vender libros por doquier.


El primer tercio del libro es chachipiruli. Tiene un montonazo de potencial. Trata temas como la religión, las diferencias entra clases sociales y etnias y las relaciones de amistad entre ellas. Potencial del bueno. Estaba on fire con él cuando lo empecé. Creí incluso que estaba un paso más cerca de superar mi esnobismo... Ay, ingenua de mí... Las preguntas que se plantean resultan interesantes, pero luego, medio se olvida de ellas y todo es meh, después se vuelve un poco más meh con unos giros de guión propios de una serie americana con demasiadas temporadas y guionistas faltos de ideas, luego sigue decayendo la cosa y cuando crees que ya no puede ir a peor... el final... EL FINAL. Es en plan chao, pescao. Acepto una coincidencia para hacer que la trama avance, pero dos, tres, cuatro no. Y menos una detrás de otra justo durante el desenlace. Hasta aquí llegamos.


Los personajes... ¿Qué decir de ellos? Pues que son más acartonados que una caja de cereales. O mu' buenos o mu' malos. Sabemos un par de cosas de ellos y con eso tenemos que tirar pa' lante.
La escritura en sí tampoco es para tirar cohetes y peca de pretenciosa. Quiere ser más que lo que és. Quiere pero no puede. Hosseini intenta que su prosa sea rica, tanto en lenguaje como en imágenes, pero sus recursos son probres y los clichés resultan abundantes.
Hosseini optó por la primera persona para narrarlo. Para hacerlo más personal y esas cosas, pero ¿es que acaso no se enteró de lo complicado que es dominarla y que la historia resulte creíble para el lector? Por no mencionar esas palabras que mete en farsi por puro vicio y para lucirse. El protagonista y narrador se supone que habla en farsi, pero nos cuenta la historia traducida al inglés o español o el idioma en el que decidáis leer el libro, peeeero deja algunas palabras en farsi porque queda muy bonitiño aunque nosotros no tengamos ni idea de lo que significan. En ocasiones incluso nos explica el significado... ¿Ein? ¿Hola? ¿Cuando alguien traduce algo y deja parte en el idioma original yyyyy además explica qué significa?

Bueno, y casi mejor que paro aquí, no vaya a ser que me gane enemigos. Cómo véis, me gustó mucho. Mucho mucho.



¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?

¿Te has olvidado el libro en casa? Tatúatelo.

$
0
0
Alicia en el país de las maravillas + tatuajes = Dadme un momento para recuperarme porque estoy muriendo de amor.


Esa mezcla es la que hizo hace algunos meses Litograph. Por Tutatis, si no habéis entrado en su web estáis tardando. Para celebrar que lanzaban una línea de tatuajes literarios, crearon una de esas campañas de crowdfunding que tan a la orden el día están para crear la cadena de tatuajes más larga del mundo. Sobre. Alicia. ALICIA. Todo el libro de Alicia tatuado. Fantabuloso.


                      


Aún estáis a tiempo a uniros a la cadena...



Y por si no sois muy fans de Alicia (si no lo sois prefiero no saberlo), aquí hay la tira de tatuajes fantabulosos para dejar boquiabiertos a los cuatro gatos con los que os crucéis y que sepan de qué van. 



William se llamaba mi amor.

$
0
0
Estaba yo en ese momento en el que acababa de dejar atrás la fase SuperPop y había quitado ya los pósters de las Spice Girls de mi habitación cuando esta historia da comienzo. Hasta aquí todo bien y normal. Lo típico. Pero, mientras mis amigas seguían con el camino habitual de las adolescentes en plena revolución hormonal, es decir, bien colarse por el yerno que toda madre querría, Eminem, o por algo mas heavy, como Bisbal, yo seguía otros derroteros menos convencionales. Yo, Paula,  estaba loquita por los huesos de un hombre que tenía más del doble de años que yo (¡Horror!) y casado (¡Doble horror! Y además acabo de matar a mi madre de un disgusto) con una tal Anne Hathaway. 


Eh... No, con esa no. La Anne Hathaway que contrajo nupcias con mi amado William Shakespeare, el cual a mis ojos tenía una imagen más hollywoodiense, atlética y agradable a los ojos, es decir, la de Joseph Fiennes, y no la de un hombre con unas entradas del tamaño de una pista de aeropuerto, cara de pocos amigos y con un pendiente que parece más bien parte de la crisis de la mediana edad que algo cool que llevar para engatusar a las féminas. Dejadme vivir en mi mundo de fantasía. Muchas gracias.

He's sexy and he knows it
Una noche, movida por Claire y Leo (más por uno que por otro) recitando versos a ritmo de Garbage y en una Verona que bien podría ser escenario del Grand Thief Auto, cogí "Romeo y Julieta" sin alcanzar a imaginarme qué llegaría a pasar después. Me había conquistado.


¿Qué clase de escritorzuelos había estado leyendo hasta ese momento? Me daba vergüenza el sólo mencionarlos. Menudos amateurs. ¿Qué clase de basura había pasado por mis manos? Todos mis años de primaria y parte de los de secundaria tirados a la basura.


No era de extrañar que, a mí, que se me conquista con la buena gramática y buen uso del lenguaje y el estómago, Will me tuviera comiendo de su mano. Yo es que es imaginármelo susurrándome "Sólo temo que todo esta noche sea un sueño sólo/ demasiado dulce para ser verdad" Y... ¿Me pasáis un pañuelo? Es que estoy estoy babeando...


OBVIAMENTE, no había chico en clase que estuviera a la altura de semejante hombre. Bueno, técnicamente, sí, porque estoy segura de que, teniendo en cuenta su época, era alguien bajito en comparación con los armarios andantes que pueblan nuestra superficie terrestre a día de hoy pero, figuradamente, no. Y un no rotundo. Si uno me hubiera hablado con palabras anticuadas, en sonetos y llevando unos leotardos, otro gallo cantaría. Pero ninguno lo hizo. Ellos se lo perdieron y ahora ya es tarde.

Hubiese sido un buen comienzo...

Feliz como una perdiz, llegué los siguientes días a clase con mi copia de Romeo y Julieta bajo el brazo para releer durante mi viaje en bus porque había algunas frases que sólo había leído como unas 326 veces, ¿VALE? Y no eran suficientes. No juzguéis. Seguro que vosotros hacéis cosas peores...


Y mientras mis amigas comentaban el último capítulo de UPA y lo buenorro que estaba MAM, yo estaba enfrascada en mis dramas de época, muertes, traiciones, insultos, comedias de enredo y de faldas, frases ñoñas y largos versos que siempre resultan prácticos para decir en momentos de desdicha, de júbilo o, simple y llanamente, para sonar pedante delante de la cajera del súper.


Después de los púberes de Verona, fue la enajenación mental de Hamlet, las ansias de venganza de Otello, la sangrienta y maquiavélica Lady MacBeth (esta mujer lo peta) o los dos caballeros de Verona. Mi obsesión era tal que, de la misma manera que las beliebers se memorizan los tatuajes que Bieber se hace por su cuerpo, yo me memorizaba algunos de sus versos (true story), no sé, por si algún día llegaba a necesitar recitarlos. Ya sabéis, lo habitual, te encuentras con alguien conocido y la cosa va en plan "Hola, ¿que tal?""Bien, ¿y tú?","Bien, ¿has visto a Fulanita?", "Pues no, pero vi a Silvia el otro día y... Oh, qué gozo es gozo, si Silvia no está aquí/ que luz es luz si a Silvia yo no veo..." Cosas como estas me pasan entre cuatro y cinco veces al día. 


Y así, entre deberes de química, mucha un poco de tontería y versos de Shakespeare, transcurrieron los días de mi adolescencia. Luego me pasé a las chicas y Virgina y Sylvia me robaron el corazón, peeeero eso ya es otra historia.

¿Cual fue vuestro primer amor literario?

"Someday, someday, maybe" de Lauren Graham (quién, por cierto, sigue estando invitada a mi fiesta de pijamas)

$
0
0

“Do you have any idea how few actors make it? people always say. “You need a backup plan” I don’t like to think about it – the only thing I’ve ever wanted to be is an actor.
Fiuuuu... ¡Menudo alivio! El libro estuvo bien, pero que muuuuuy bien. Estaba realmente preocupada por si era un truño como suele suceder en la mayoría de los casos en los que alguien de la farándula se dedica a esto de escribir... ¡Pero no! ¡Albricias! Esta vez no.



Para los incultos y despistados, Lauren Graham es Lorelai de Las chicas Gilmore, personaje que venero desde tiempos inmemoriales y, razón por la cual, coger el libro me daba miedito. Nada volvería a ser lo mismo sabendo que ha escrito una bazofia. Nada. Y eso sería trágico porque me parto con esa mujer. Pero bueno, dejemos a un lado los dramas porque todo eso ya ha pasado y puedo respirar tranquila. Además, que su libro haya estado bien no, lo siguiente, significa que Lauren sigue estando en mi top 5 de personas favoritas a las que invitaría a mi fiesta de pijamas. 


"Someday, Someday, Maybe" tiene como protagonista a Franny, una patosa y adorable aspirante a actriz que lidia con los míticos problemas de veinteañeros sobre el trabajo, compañeros de piso, y la tocapelotas pregunta sobre de qué narices va esto de la vida. ¿Y sabéis cual es el trabajo que evita que la entrañable Franny viva bajo un puente? Repasemos. Veinteañera. Aspirante a actriz... ¿No lo sabéis? ¡Camarera! Ja, esa no la veíais venir, ¿eh? Pues yo sí.
La moza llega a la Gran Manzana hace dos años y medio y se promete que si no consigue ganarse las lentejas con la actuación en tres años, se replanteará su futuro. Si mis cuentas no me fallan, si a tres años le quitamos dos y medio... tenemos... ¡Oh my god! 6 meses sólo.  


Y a partir de ahí empieza todo el divertido embrollo.

Para qué negar que el libro es literatura ligera. Tanto que un día con un poco de viento, allá se nos va con la primera ráfaga que sople. Te hace pasar un buen rato y ya. Tampoco le pidamos peras al olmo. Está llena de clichés y es una historia que no le cambiará la vida a nadie. Pero. Siempre hay un "pero", aunque en este caso es bueno. Ni me enteré de todo eso gracias al irresistible encanto y las adorables peculiaridades y extravagancias de Franny y a la elocuencia y el estilo de Grahan. Del tipo ese que hace que escribir parezca coser y cantar. Ya sabéis, el tipo ese de me-hago-las-uñas-cocino-vigilo-a-los-niños-y-escribo-al-mismo-tiempo-y-no-me-despeino. Es como si un buen día se levantara y se preguntara a sí misma "¿Qué puedo hacer hoy? Hmm... ¿Yoga? Nah. ¿Irme a Zara? Nah... ¡Escribiré un libro! ¿Por qué no? Parece divertido." Y así lo hizo. Y le doy las gracias.


Hubo momentos en los que temblaba porque parecía que la historia se iba por unos derroteros que asemejaban demasiado a una comedia romántica de sobremesa y esas me dan un poco de alergia, pero antes de poder sacar mis uñas para destrozarlo, Graham arregla el pastel y aquí paz y después gloria. Así, en general, "Someday, Someday, Maybe" es extravagante y divertido y entretenido y... Vamos, que me encantó. De principio a fin. No tengo queja. No me había mondado tanto con un libro desde que Bridget entró en mi vida hace... ¿Quién sabe qué año era aquello?

Hay algo que está claro: No pasará a la prosperidad. Puede que dentro de unos años ya nadie se acuerde de él. Tampoco será incluido en ninguna lista de los mejores libros, pero ya se coló en mi lista de libros con los que quiero acurrucarme por las noches porque es muy monoso.



¿Lo habéis leído? ¿Algún fan del sarcasmo de Lorelai Gilmore?

Querido Fitzgerald:

$
0
0
Empezaré por declarar lo mucho que te adoro Francis Scott Key Fitzgerald. ¿Te puedo llamar Francis? Te voy a llamar Francis. Es por no quedarme sin aire cada vez que tengo pronunciar tal retahíla de nombres, no por otra cosa... Quería decirte que si fueses una estrella del rock y no estuvieses ya criando malvas, sería tu groupie y te seguiría de farra en farra. Me dicen por aquí que eres un party animal de cuidado... ¿eh, pillín? Aunque tampoco te me emociones demasiado, no pienso tirarte mi ropa interior. Lo sé y lo siento. No llores.
La cosa es que, a mí, la forma en la que escribes y tratas los problemas de la alta sociedad, su aburrimiento, frivolidad y superficialidad, y como, así como quien pasa por el vecindario, me tocas la fibra sensible tocando cuestiones existenciales o me sueltas frases que me dan ganas de tatuarme a fuego con una facilidad pasmosa, pues como que me pone un poco. Da igual cuantos eones haga que me leí "Al otro lado del paraíso" siempre me acordaré de cuando Armory murmuró "Soy un cínico idealista" o de cuando en "Hermosos y malditos" se refieren a Gloria diciendo "El sentido de la responsabilidad la estropearía. Es demasiado preciosa." Y a Jay Gatsby y Daisy Buchanan mejor los dejamos a un lado porque sino me pongo tonta. En serio, tío, es escuchar tu nombre y...


Bien. Ahora que hemos dejado eso claro entraré en materia y te diré que bajes esos humos. No estoy aquí para inflar tu ego, sino para darte un buen tirón de orejas... "Suave es la noche", dime, ¿Qué. Es. Eso?


Si no hubiese sido por mi compi de lectura (aquí su reseña), lo hubiese devuelto a la estantería de la que vino mucho antes (Léase "mucho antes" como "tras pasar la primera parte"). Y lo siento si ves tu hombría ultrajada, pero tu mujer escribió un libro mejor que el tuyo con "Save me the waltz" (Zelda, I love you. Que no se entere Francis pero... A tí sí que te tiraría mi ropa interior. Guiñoguiño codazocodazo).
Volviendo al tema, si este hubiese sido el primer libro que leo de tí, siento informarte que nuestro idilio literario no hubiera ni llegado a rollo de una noche y te hubiera dejado con el "¿estudias o trabajas?" en la boca porque ¿qué quieres que te diga? Me costó Dios y la ayuda leerlo. Qué rollazo, tronco. 


Pasada la primera parte (divina, por cierto) donde todo transcurre en la Riviera francesa y en el París de los locos años 20, allí estaba yo en pleno oh là là, cuando llega lo inesperado, un interminable tedio. La historia se vuelve meh y los personajes insoportables e indecisos y, por si fuera poco, los más interesantes duran dos telediarios. ¡Ah! Y de los sofisticados aires parisinos ya ni rastro. Qué me devuelvan el dinero.

Así me quedé yo también, Gwyneth.
En conclusión, Francis, tío, mejor corremos un tupido velo sobre este libro, me olvido de que existe y seguimos con nuestras vidas como si nada, ¿vale? Tienes suerte de que no sea rencorosa. Menuda decepción. Más que el final de Perdidos. ¿Cómo te quedas con eso? Ahí es nada. A todo el mundo le encanta (¿?), pero es mi obligación decirte que a mí no. 


 Hala, hasta la próxima, chaval. Que te cunda. 


Cómo leer "Los miserables" y no morir en el intento.

$
0
0
1. Dejad de llamarlo "Los miserables". Apreded el argot, leñe. Si estáis en una cena con una copa de vino en la mano y queréis impresionar al auditorio pues entonces usar "Los Mis", suena tan estiloso y elegante como pretencioso y pijo. Por otro lado, si estás en un pub con la pandilla jugando al parchís o lo que sea que hagáis los jóvenes hoy en día, y alguien te pregunta que estás leyendo, di "El ladrillo", así como con indiferencia. Después dale un sorbo a la caña. Sonarás de lo más cool.



2. No tratéis al libro como si fuera algo de una sola noche. Victor Hugo no es de esos. Esto va a ser una relación. Y de las largas largas. De esas de las que una vez fuera, el cuerpo te pide unos meses de soltería e insulsos best-sellers para recuperarte. Si tenéis problemas con el compromiso, pensadlo antes de darle falsas esperanzas al pobre Jean Valjean que ya bastante tiene el hombre...

No le hagáis ese feo con esa carita que tiene...

3. No temáis. Es fácil de leer. Confíad en mí (Pensándolo mejor, no, no confíeis en mí). Le gusta hacerse el duro, pero una vez que lo conoces ya no lo es tanto. "Los mis" es el Danny Zuko de la literatura. ¿Qué? ¿Os va tentando?


4. No os dejéis engañar. La edición de bolsillo NO EXISTE. ¿Que pone eso en la portada? MENTIRA COCHINA. Yo tengo esa suspuesta edición de bolsillo y si me quiero de ir de viaje con Ryanair ya me puedo ir olvidando de empaquetar ropa si lo meto en la maleta. Por lo tanto, apuntad insensatos: Todos las ediciones están pensadas para deslomarnos y están patrocinadas por los fisioterapeutas del mundo. Si prentendéis llevaros a Cossette de escapada romántica pues o bien os compráis un eReader o contratáis a alguien que se deje la espalda por vosotros. 


5. ¿Quieres un atajo para poder terminar el libro pronto? Lee. Lee. Lee más. SIGUE LEYENDO. ¿Tienes planes para el fin de semana? ¿Una boda en julio? ¿Un trabajo? ¿Clases a las que asistir? ¿Una vida? CÁNCELALO. TODO. Libera tu horario y no te olvides de informar a tu familia y a tus amigos lo que planeas hacer para que no llamen a la policía si no das señales de vida, el correo se te acumula en la puerta y sólo te relacionas con tu gato.

Pues eso. Dejad de gandulear y ponos a leer.

Y si habéis llegado al final con vuestra salud mental totalmente intacta...


¡Farda sobre ello! ¡Así, con mucho swag! Pocos pueden decir que se hayan leído "Los Miserables". Yo desde luego que no, así que no hagáis ni caso a todo lo que os acabo de decir.



¿Y vosotros qué? ¿Os habéis atrevido con semejante mastodonte literario?

Discos de esos en los que cantan para leer

$
0
0
Hace ya unas semanas Cris de She can read, hizo esta entrada con unas cuantas recomendaciones musicales para amenizar nuestras horas de lecturas  Le tomé prestada la idea e hice lo mismo, porque leer en silencio es abuuuuurriiiiido. Eso sí, antes de continuar pinchad en el enlace y daros un garbeo por su blog. Sé que es muy molón y tal, pero... volved, eh. Porfa...

¿Estáis de vuelta? Bien. Lo que iba diciendo, como yo suelo clasificar los discos en esos en los que cantan y esos en los que no cantan, hoy tocan los primeros. Los otros se merecen su entrada aparte.

Música maestro.


The Wild, the innocent & the E Street shuffle -  Bruce Springsteen

Obvio que Bruce iba a estar en esta lista. OBVIO. Si alguien lo dudaba, fuera de aquí. El segundo disco del Jefe y demasiado olvidado. Historias sobre la fauna y flora que forman el ambiente diurno y nocturno del paseo de madera de Jersey Shore con una E Street Band on fire y en pleno apogeo.





 Life in the treehouse - Marlango


No sabría ni por donde empezar para hablar del amor que siento por este grupo y, de todos sus discos, este es el que más me gusta para sacar a pasear con un libro bajo el brazo, tumbarme en un parque para hacer la fotosíntesis y ponerme a leer.

Blood on the tracks - Bob Dylan

Tengo la manía de tener que leer algo antes de caer en estado onírico y Blood on the tracks es el idóneo para eso. Pausado, tranquilo y un poco taciturno. Dylan y una guitarra acústica, porque el hombre lo vale y no necesita más. 10 canciones, 10 historias.





Small change - Tom Waits

Ni Frank sinatra ni leches. Tom Waits tiene LA VOZ. Profunda, grave, reasgada. Su cuarto álbum, publicado en 1976 lleno de esas letras suyas tan características sobre amores, desamores, desesperación y clubs de striptease apestando a alcohol y tabaco.



 

A flash flood of colour - Enter Shikari

Cuando estoy muy dispersa y me distraigo con cualquier pelusa que haya en órbita, me pongo unos maxi cascos y dejo que los chicos de Enter shikari me chillen y amenacen con destrozarme los tímpanos si no me concentro. Y fíjate tú por donde que funciona. Si tengo que copiar todos los géneros con los que la Wikipedia clasifica a Enter Shikari, no terminaríamos, así que diré que son rollo hardcore. Vamos, cañeros a tope.




Match point Soundtrack

Y porque no todo en esta vida es rock 'n' roll y en la variedad está el gusto, cuando me apetece cambiar un poco (muy mucho, más bien) de tercio, cojo la banda sonora de Match Point de la estantería, que se podría definir como una recopilación de ópera para novatos. Un par de greatest hits conocidillos que son un fantástico acompañante de las lecturas de época.



¿Qué discos de esos en los que cantan os ponéis vosotros para leer? 

"La flecha del tiempo" de Martin Amis. ¡Huid, insensatos! ¡Huid!

$
0
0

Para meteros en materia diré que "La flecha del tiempo" es un libro que está escrito al revés y que comienza con un hombre medio muerto en una mesa de operaciones. A partir de ahí, su conciencia nos va narrando su vida... al revés. Al. Revés. Sí, sí. Y no en plan Benjamin Button, donde el hombre era viejuno y luego terminaba siendo un retoño pero el resto del mundo iba pa'lante. No, no. Aquí TODO va al revés en plan ver una peli mientras la estás rebobinando. El hombre se levanta de noche, se mueve hacia atrás y primero la comida se encuentra en sus estómago y después en su plato. Así con todo. Imaginaos lo bonitos que son los partos, lo de plantar un pino en el váter y cualquier otra cosa desagradable que se os pase por vuestras lindas cabecitas. CUALQUIERA.


Al principio andaba un poco perdida y estaba en plan ¿WTF? ¿Qué es esto? Esto no tiene sentido alguno. ¿O sí? Ah, claro, que la historia va al revés... Jo, que lío. Vuelta a leer el párrafo de nuevo. Y así, over and over again.


Luego, finalmente, me situé y ¡hala! ¡Cuanta originalidad junta! Un libro escrito al revés. No sé cómo no se le había ocurrido a nadie antes... Podría estar bien. La idea es buena. Veamos como se desarrollan los acontecimientos.


Un capítulo después: ¿Qué porqué no se le ocurrió a nadie antes? PUES PORQUE ES IMPOSIBLE LEER ESTO Y METERSE EN LA HISTORIA. Ahora entiendo porque la gente escribe los libros del derecho. No es una moda. Se le llama ser prácticos y mostrar piedad con el lector. 

Y aún por encima, es que NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA. Lees el primer capítulo, y oye, por curiosidad y tal, por leer algo diferente, pues está bien, pero ya todo un libro que no son más que 150 páginas pero que parece un Ken Follet de largo... pues no. Es difícil de seguir la historia, de los personajes no sabemos nada porque nadie se molesta en decirnos demasiado y, salvo alguna frase chula que anda un poco perdida por ahí, no salvo nada de la quema. Y por si esto fuera poco, resulta que Amis se pasa como ciento y algo páginas preparándonos para el penúltimo capítulo, el que supuestamente es la caña, cosa que yo no dudo, pero es que estaba tan hasta el culo en el segundo que es en plan tío, acaba ya que esto me está resultando un coñazo.

Esta fui yo durante todo el libro. En versión un poco menos choni.
No había forma humana de disfrutar de esto. Y el final parecía no llegar. Y yo creí morir varias veces pero no tuve tanta suerte. Y como era para mi club de lectura tenía que leerlo ENTERITO. Mátame camión.


... Y de repente, cuando ya había perdido toda mi fe en la humanidad, el milagro ocurrió y vi la luz al final del tunel. El director del club nos preguntó si queríamos dejarlo.


OHDIOSMIO. ¡Albricias! ¡Hoy es mi día de suerte! Debería jugar a la lotería. Y a la ruleta. E irme a Las Vegas a apostar todos mis ahorros. Mis plegarias han sido contestadas... O no. Resulta que las jubiladas del club se opusieron diciendo que ya que habíamos llegado tan lejos ahora lo terminábamos.


¡Nooooooooooooooooo! ¿Pero quién les ha preguntado? ¡Qué se callen! No saben lo que dicen. ¿Por quéeeee? ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Sí, por favor.
Y, tras mucha sangre, sudor y lágrimas, llegué a la última de las páginas. Cuanto menos, me sentí renacer. Por fin era libre cuan pajarillo de semejante tedio. No creí que ese día llegara nunca.


¿Y que qué opino del libro? No voy a ser yo quien ponga en duda su calidad literaria pero...


He dicho.

Huid vosotros que aún estáis a tiempo. ¡Huid, insensatos! ¡Huid!


¿Lo habéis leído?

"We should all be feminists" de Chimamanda Ngozi Adichie. El tamaño no importa.

$
0
0
O por lo menos en este caso, porque este libro tan chiquirritiño es muy grande.

 
"What it shows is how the word feminist is so heavy with baggage, negative baggage: you hate men, you hate bras, you hate African culture, you think women should always be in charge, you don't wear make-up, you don't shave, you're always angry, you don't have a sense of humor, you don't use deodorant."  
48 páginas y 16cm x 11cm x 0'5cm le bastan a Chimamanda para argumentar y fundamentar de forma elocuente, sencilla, y partiendo de experiencias personales en su Nigeria natal, qué significa para ella el concepto de feminismo hoy en día.

"We Should All Be Feminists" es la versión escrita del TED talk de la muchacha. Un vídeo que se convirtió en must de TED en un tris y, que ahora, es un must para cualquier estantería. 
Su punto de vista deja la ira, los rencores y las acusaciones sobre quién tiene o no tiene la culpa de la situación de los géneros actual, en casa, y nos ofrece su opinión desde la ironía y el sentido del humor. Todo ello envuelto en una presentación que busca no sólo decir lo que piensa sino que también entretener a la audiencia.
Durante la lectura me pillé asintiendo repetidamente, gritando "amen, sistah!" varias veces, soltando alguna risita aquí y allá con sus chistes y enfurruñándome ante la desilusión de saber que las tres últimas páginas eran sólo unas meras notas sobre el autor y no más Chimamanda. Porque yo quería más. Mucho más. Pero me quedé con las ganas. Aunque ya se sabe, las grandes esencias se guardan en frascos pequeños.
"I would like to ask that we begin to dream about and plan for a different world. A fairer world. A world of happier men and happier women who are truer to themselves. And this is how to start: We must raise our daughters differently. We must raise our sons differently..."
LEED el libro. VED el vídeo. Me lo agradeceréis for ever and ever (se admite cualquier tipo de agasajo como gratificación, aunque se ruega que sea en libros. O gominolas).

                 
  
"Culture does not make people. People make culture. If it is true that the full humanity of women is not our culture, then we can and must make it our culture."
PD: Si he escrito bien el nombre de Chimamanda Ngozi Adichie, me merezco una galleta. Como mínimo.
Viewing all 38 articles
Browse latest View live